martes, 4 de enero de 2011

Demasiado para nuestros ojos

El poema y la foto de hoy mantienen un tono de crítica hacia la inacción. Los muros no deberían llenarse con los rostros rasgados de los niños, ofreciendo a nuestros ojos la permanente mueca de dolor del hambre y la desesperación. En estos tiempos de crisis es cuando más necesitamos actuar, movernos, coordinarnos y reunirnos  para cambiar las cosas. Gritar para exigir y nunca resignarnos ante las injusticias. 
Esta imagen también está captada en un muro de una calle de Madrid. Me tropecé con ella cuando doblaba una esquina, y me llamó la atención el empeño por arrancar este cartel tan bien pegado. Algunos se niegan a ver, y piensan que si cierran los ojos o arrancan las imágenes incómodas, estas dejan de existir. Pero no es así. La injusticia, el hambre y la desigualdad están ahí y si no actuamos para cambiar las cosas nuestra desesperación puede convertirse en la siguiente imagen pegada sobre un muro.

Con los ojos abiertos
Con los ojos abiertos,
Ojos rasgados
empañados de estatismo,
con la boca cerrada,
pasa una vida, dos, tres.

Con los ojos abiertos,
ciegos ante el destello azul de las mentiras,
con las manos inertes,
pasa una muerte, dos, tres.

Con los ojos abiertos,
resecos por un viento que no agita,                                  
con los pies bien sujetos,
pasa mi tiempo, el tuyo, el nuestro.

1 comentario:

  1. Hola, soy...(la que empatiza con Nefertiti, ¿te acordás?). Bueno, felicitaciones por tu canal, miras lindo, muy lindo...
    ((por cierto, que lo de mi colega fotógrafo, no es quebue.net, es .com, OQ! mua, besinhos))

    ResponderEliminar